Verdades y mentiras

Maremágnum
 
Por Mario Vargas Suárez
 
Estamos en la recta final de las campañas electorales que llevarán a los tamaulipecos a definirse por un gobernador, 43 presidentes municipales y un diputado local, en total 22, uno por cada distrito), más los plurinominales que no se votan, pero que ganan un escaño.
 
Verdades y mentiras son las que se han escuchado y leído en estos últimos meses. De todos lados y, mientras se difunden, descontrolan, crean desconcierto y en muchos de los casos se reenvía la información falsa o cierta, con el objetivo de crear desencanto.
 
No podemos citar a un partido político en particular, porque en términos generales hasta el independiente a la gubernatura de Tamaulipas, Francisco Chavira Martínez, ha caído en esa que parece una muy mala moda.
 
Odio decirlo y más escribirlo, pero acabo de ver un programa del canal de Televisión Española, llamado Debate.
 
Me catalogo como nacionalista y no malinchista, aunque comparado con los debates que he presenciado en nuestro país, estamos por aprender mucho de otros.
 
Acepto que en el programa Debate hubo descalificaciones entre los participantes, pero siempre apegados las normas sociales de expresión y a la realidad que los españoles dicen vivir o a la convicción que el partido político infiere.
 
Hubo exhibición de criterios como “no sé de dónde saca usted eso, cuando la mayoría de niños de la primaria están aprendiendo con un método de enseñanza basado en competencias y no en expedientes como usted afirma…”
 
Obvio que el tema del debate de la Tv Española fue sobre la educación en aquél país y para nada hubo acusaciones de enriquecimiento, desvío de fondos, maestros aviadores, antecedentes penales, o propiedades excéntricas, etc.
 
La postura de cada debatiente fue clara y era claro que entendían lo hablado. No hubo improvisaciones, silencios o ausencias ante las cámaras de televisión que seguían los retratos de rostros de sorpresa, molestia o preocupación. No eran ángulos acartonados.
 
Lamentablemente en esta campaña, y desde la precampaña, los descréditos a cada candidato, sobre todo para ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo en Tamaulipas, alcanzaron niveles nacionales por lo que, como tamaulipecos, hemos sido ‘la comidilla’ de todos los moles.
 
Fotos trucadas, videos, memes, mensajes de Tuwitter y Facebook, notas en los medios, falsas o tendenciosas, etc., en esta ‘guerra electoral’ ha habido de todo, hasta intento de vandalismo en algunos casos.
 
De las últimas cosas que está circulando es un video donde una maestra se queja con un candidato de que fue despedida de una jefatura de área por el apoyo abierto a otro candidato y cuando se le pregunta lo que se puede hacer, ‘lo mandan allá lejos’, pese a la caballerosidad con la que es tratada, hasta la mano del oyente queda suspendida en el aire.
 
Algunos especialistas aseguran que la competencia, sobre todo entre dos partidos es muy seria y no se espera haya conformidades en los resultados, porque la votación que haya va a ser muy apretada, lo que seguro terminará en tribunales, gane quien gane, él otro se irá a las apelaciones, impugnaciones y sinónimos del derecho.
 
Es muy posible que hasta este momento los partidos políticos no hayan contemplado el fenómeno del abstencionismo, porque Tamaulipas ya ha registrado hasta un 44% de la población que sale a votar y por consecuencia más de la mitad, 56%, se queda en casa y los motivos pueden ser muchos.
 
Los descréditos, ciertos o falsos, van a tener su repercusión en el tema del abstencionismo.
 
Finalmente es falso que los votos que se emitan a favor del independiente, Francisco Chavira Martínez, en automático pasarán a la bolsa de cualquier otro candidato a la gubernatura.
 
La lógica dice que los votos a favor del de Nuevo Laredo, serán para él. Si persiste en retirarse de la contienda, serán votos perdidos. Por ello algunas plumas que han abordado el tema aseguran que es una burla no solo para quienes voten por él, sino aquellos que le dieron la firma para alcanzar la candidatura que ahora deja.