Se encuentra usted aquí

Inicio

Lo que pasa en el cerebro de los padres que “olvidan” a su bebé en el auto

Martes 16 Agosto 2016 (23:51)
> DTPV/en Línea
Por TELEMUNDO LOCAL 

La interacción de dos sistemas de memoria en el cerebro parecen competir entre sí e influiría en el “Síndrome del bebé olvidado”. Aquí lo que dice la ciencia.

A raíz de lo rutinario que se han vuelto los trágicos casos de niños “olvidados” dentro de autos bajo temperaturas extremas, surge el debate sobre cómo esto sucede y si ello representa un crimen.

La ciencia ha tratado de explicar las razones que los padres o familiares alegan para justificar un olvido que ellos mismos no se pueden perdornar.

A continuación te explicamos la forma en que funcionaría el cerebro para que derive en una situación trágica como esta. Sin embargo acotamos que los científicos no han podido determinar que hay un perfil psicológico que haga más proclives a algunas personas a cometer esta distracción que algunas veces es mortal y que son las autoridades quienes determinan basados en este y otro tipo de evidencia si se presentan cargos.

"Si eres capaz de olvidar tu teléfono celular, eres potencialmente capaz de olvidarte de tu hijo", asevera David Diamond, profesor de Fisiología Molecular de Universidad del Sur de Florida en Tampa, quien ha estudiado el tema durante años y teorizado sobre el llamado “Síndrome del bebé olvidado”.

En algunos de esos casos, los padres dicen que dejaron de tener conciencia de la presencia de sus hijos, y por lo tanto no verificaron que el niño estaba ahí cuando salieron del auto, dejándolo a merced de una posible hipertermia, o muerte por sofocación encerrado en un auto a temperaturas extremas.

El cerebro humano no es perfecto y ello le ha ocurrido a personas en todos los ámbitos de la vida, incluyendo aquellos con alto grado de instrucción, otros muy responsables, incluidos médicos, maestros, profesores y dentistas, como se describe en un artículo ganador del premio Pulitzer en el Washington Post donde se entrevistó al doctor Diamond.

​Diamond explicó en ese entonces que “la memoria es una máquina..y no es impecable. Nuestra mente consciente da prioridad a las cosas por orden de importancia, pero en un nivel celular, nuestra memoria no lo hace”. En un momento se da la intersección de las emociones, el estrés y la memoria.

De acuerdo a Diamond su estudio ha encontrado que en algunas circunstancias, “la parte más sofisticada de nuestro centro de procesamiento mental puede ser rehén de un competente sistema de memoria, una parte primitiva del cerebro que es -por su diseño tan antiguo como el dinosaurio- desatenta, no analítica, estúpida”.

El cerebro humano, según le dijo Diamond al Washington Post, “es un magnífico pero improvisado dispositivo en el que las estructuras nuevas y más sofisticadas se sientan encima de un montón de cerebros prototipo que todavía son utilizados por especies inferiores”.

En el dispositivo cohabitan las partes más inteligentes y ágiles: la corteza prefrontal, que piensa y analiza, y el hipocampo, que genera y contiene los recuerdos inmediatos. Ambos trabajan en conjunto para optimizar la toma de decisiones y realizar múltiples tareas, y para procesar los recuerdos basados en hechos u opiniones.

En sus cercanías están los ganglios basales, casi idénticos a los cerebros de los lagartos, que controlan las acciones voluntarias, pero casi conscientes. Son grandes estructuras neuronales subcorticales que forman un circuito de núcleos interconectados entre sí cuya función es la iniciación e integración del movimiento.

Pero también dentro de las funciones no motoras que coordinan`estos ganglios se cuenta la regulación del sueño, del sistema nervioso autónomo, de la conducta y del estado emocional. Además otra parte del cerebro localizada en la base es la amigdala cerebral que puede interferir con el funcionamiento del sistema de la memoria emocional.

​Diamond dice que, en situaciones que implican habilidades motoras, de rutina familiares, “el animal humano pone los ganglios basales en servicio como una especie de piloto automático auxiliar”.

Cuando nuestra corteza prefrontal y el hipocampo están planeando nuestro día en el camino al trabajo, los “ignorantes” pero eficientes ganglios basales están operando el auto.

Por eso es que a veces te encontrarás que manejaste desde el punto A al punto B sin un claro recuerdo de la ruta que tomaste, los giros que has realizado o el paisaje que viste.

“Por lo general esta delegación del deber funciona de maravilla, como una sinfonía. Pero a veces, se convierte en la "Obertura 1812" (de Tchaikovsky), los cañones toman el control y abruman", le explicó Diamond al Washington Post.

En su estudio Diamond expuso dos probables situaciones que llevaría al trágico olvido. En teoría, en una de estas situaciones un padre pierde la conciencia del niño en el auto durante el viaje cuando los ganglios basales dominan su conciencia.

El progenitor se olvida de parar en la guardería porque llevar al niño a ese lugar, o bien no es parte de la rutina diaria de los padres, o no llevan al niño a la guardería de manera constante.

Del mismo modo, un padre que ha perdido la conciencia del niño durante su traslado en el auto entonces sale del vehículo, entra en la casa o el trabajo, sin percatarse de que el niño permanece ahí.

En otra situación es la amigdala cerebelosa o cuerpo amigdalino la que conspiraría en su contra. La amígdala se activa en condiciones de alto estrés, de ese modo permite que una persona recuerde muy bien un evento que le provoca el estrés.

Pero cuando la amígdala se activa tiene dos efectos en los sistemas de memoria del cerebro, interfiriendo o bloqueando que se enfoque en otra cosa más allá de esa situación estresante.

De acuerdo a Diamond esta pérdida de memoria puede implicar una situación benigna, tal como un acontecimiento estresante que causa que alguien se olvide de donde estacionó el auto pero en el peor de los casos un progenitor se preocupa tanto por un evento estresante durante su traslado al trabajo que olvida de que un niño está en el asiento de atrás.

Mediante la exposición de ratas a la presencia de gatos durante experimentos, y luego registrando los cambios electroquímicos en los cerebros de los roedores, Diamond ha descubierto que el estrés - ya sea repentino o crónico - puede debilitar los centros de mayor funcionamiento del cerebro.

Esto los hace más susceptibles a la intimidación de los ganglios basales. Diamond ha visto que el mismo tipo de procesos han detonado algunos casos que estudió que terminaron en las muertes de niños.

El experto agrega que parece ser irrelevante la calidad previa del cuidado que los padres hayan tenido hacia sus hijos.

"Los factores importantes que siguen apareciendo implican una combinación de estrés, emociones, la falta de sueño y el cambio en la rutina, donde los ganglios basales están tratando de hacer lo que se supone que deben hacer, y la mente consciente está demasiado debilitada para resistirse”.

Por último Diamond indica que lo que ocurre es que los circuitos de memoria en el vulnerable hipocampo son literalmente sobrescritos, al igual que como un programa de computador.

“A menos que el circuito de memoria se reinicie -por ejemplo, si el niño llora, o, ya sabes, si la esposa menciona al niño que está en asiento trasero- se puede desaparecer por completo (de la mente)", aseguró Diamond. Te puede interesar: Gemelos de 3 años, más víctimas del calor extremo en auto.

El mismo Diamond aclara que esto es importante en términos de entender si este deterioro de la memoria que se traduce en la muerte de un niño debe ser considerado como un acto consciente, voluntario y deliberado para justificar que se levanten cargos criminales a los padres. Te puede interesar: Calor mortal: cómo evitar olvidar a tus niños en el auto .
 

La noticia en Foto



El Clima



  • NUEVO LAREDO WEATHER
  • CIUDAD VICTORIA WEATHER
  • MATAMOROS WEATHER
  • REYNOSA WEATHER

Redes sociales


Copyright © 2009-2014. All Rights Reserved.

:: www.DespertarTamaulipas.com 2009 / 2014 ::