Llevaría mano EU en extradición de Yarrington

* Para la defensa del arrestado en Florencia 'se trata de una decisión de corte más política'

.-Un acuerdo entre procuradores da la ventaja al vecino país para la repatriación del ex gobernador

FLORENCIA, ITALIA.- De confirmarse la extradición en la Corte, en Italia, del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, el ministro de Justicia italiano, Andrea Orlando, tendrá la última palabra sobre a qué país irá el ex gobernador, dado que los gobiernos de México y Estados Unidos lo reclaman por varios delitos.

Sin embargo, en abril México accedió a priorizar la extradición de Tomás Yarrington a Estados Unidos, tal como acordaron el 19 de ese mes el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, y el procurador general de la República, Raúl Cervantes.

En México, el detenido es acusado de delitos contra la salud con una posible pena de 20 años de cárcel y Estados Unidos lo señala por tráfico de drogas, lavado de dinero y fraude bancario, que podrían valerle dos cadenas perpetuas y 90 años de prisión.

Cualquiera de los dos países podría después extraditarlo al otro, dado que México y Estados Unidos tienen un tratado en esa materia.

La familia y abogados de Yarrington anunciaron una “enérgica” defensa para evitar la extradición del ex gobernador de Tamaulipas a México o Estados Unidos, pese a que la Corte dio su visto bueno a esa posibilidad.

“Continuaremos con la defensa enérgica en ambos países”, declaró Tomás Antonio Yarrington Morales, quien estuvo presente en la audiencia en la que el Tribunal de Apelaciones.

Lo tratan bien

Dijo que el ex gobernador ha sido muy bien tratado en la cárcel florentina de Sollicciano, en la que está recluido desde que fue arrestado y en la que continuará hasta que Italia tome la decisión definitiva sobre su suerte.

De confirmarse la extradición, para su abogado, Luca Marafioti, “se trataría de una decisión de corte más política”.

Sobre el ex gobernador, pesaba una orden de captura desde 2012 y finalmente fue detenido el pasado 9 de abril en Florencia, Italia, con documentación falsa que le identificaba como un empresario mexicano llamado Morales Pérez.