Vaciladas

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Por Raúl Hernández Moreno

El pasado 31 de marzo, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca presumió, junto al presidente del INE, Lorenzo Córdova y representantes de los partidos políticos, la firma de Acuerdo por la Integridad del Proceso Electoral 2021-2022, mediante el cual los firmantes se comprometieron –hágame usted el favor- a respetar la ley.

Fue un acuerdo chafa y tramposo,  como los  que estuvieron en boga durante los tiempos del priismo hegemónico y con los cuales el partido en el gobierno  buscaba legitimidad.  Con o sin este acuerdo, la ley se tiene que cumplir, para ello hay autoridades encargadas de que se acate.

Seis semanas después de la firma de este pomposo documento, los tamaulipecos en particular y los  mexicanos en general,  fuimos testigos de la intromisión abierta y directa del Cabeza de Vaca en el proceso electoral, por lo cual Morena ya presentó una denuncia formal ante el IETAM que en el mejor de los casos se va a limitar a recomendarle al gobernador que se abstenga de intervenir,  aunque en un descuido y le aplaude  su participación y le dedica un ruidoso: ¡Bravo!

El acuerdo es tan chafa, que el presidente del IETAM, Juan José Ramos Charre,  acaba de hacer un enésimo llamado para que los actores políticos se conduzcan con  respeto en lo que resta de la campaña y en la misma  jornada electoral. Estos llamados del IETAM son como los llamados a misma en país de ateos, por lo que sería mejor pasar de las palabras a los hechos y junto con las demás instituciones electorales aplicar sanciones a quienes  transgredan las leyes, que vayan más allá de una amonestación pública que  no sirve para absolutamente nada.

Al asistir a la firma de ese acuerdo, que  recién violentó su promotor, Córdova le  pintó una  raya más al tigre y le dio elementos al gobierno federal en su narrativa de que el INE está al servicio de la oposición.

En otro tema, aunque desde el 9 de abril el IETAM declaró improcedente la solicitud de registro como candidato a gobernador por Morena de Enrique Torres Mendoza, hay despistados que aún no se enteran.

El jueves apareció una manta a un costado de la explanada Esteban Vaca Calderón con la leyenda de Enrique Torres Mendoza, candidato legítimo de Morena, lo que para los que la vieron se interpretó como  una vacilada.

Ahora que eso no es obstáculo para que los familiares  de Enrique Torres escriban su nombre en la boleta de la elección del 5 de junio. Es su legítimo derecho. En 1934, Lázaro Cárdenas en vez de votar por él mismo,  escribió en la boleta el nombre de Tomás Garrido Canabal y semanas atrás,  el presidente Andrés Manuel López Obrador en la boleta para la revocación de mandato, escribió el nombre de Emiliano Zapata.

En Morena  hay mucho desorden por la  falta de liderazgos formales, organizados y  fuertes. Mientras no los haya, seguirán dándose ocurrencias de registros sin sustento legal, pero sin que se sancione a los que se toman atribuciones que no tienen.

Por la ausencia de un órgano sancionador se tolera que supuestos militantes hagan campaña a favor del PAN, pero ostentándose como morenistas y fundadores, como si eso fuese un plus.