Indexeables

AL VUELO
 
Por Pegaso
 
                Andaba yo volando allá, cerca del Parque Cultural Reynosa, porque me habían dicho que la asociación de maquiladoras INDEX Reynosa tenía un foro internacional donde iban a estar un titipuchal de gentes y hasta plumas y llaveros iban a regalar.
 
                En fin, como llegué un poquitín tarde, entré apresurado al vestíbulo del Centro Cultural, un sitio público al que, por supuesto, no espero que me pongan trabas para entrar, cuando un pelao entacuchado me llamó la atención a gritos pidiendo que pasara a firmar una lista para que me dieran el dichoso gafete.
 
                Molesto no por el hecho de pedirme que firmara, sino por la forma en que lo hizo, preferí retirarme del evento sin más ni más.
 
                Y es que no es la primera vez que los encargados de manejar la organización se portan mamilas con los reporteros.
 
                Aunque en un principio pensé que era yo el que estaba mal, he comprobado que a muchos de mis compañeros también les cae en el hígado la forma en que los tratan en INDEX.
 
                Tal vez los directivos piensan que porque hace dos años rifaron entre la raza una camarita compacta y unas memorias USB ya nos tienen comiendo de la mano, o que nos hacen un favor al invitarnos a cubrir los eventos, eventos que por ser de carácter privado deben tener un costo en publicidad.
 
                A mí, en lo particular, no me acaba de agradar el estilo americano que utilizan los de INDEX para tratar a la prensa, porque aquí no es Estados Unidos.
 
                Yo me sentí algo extrañado y al mismo tiempo apenado porque en la rueda de prensa a la que citaron el viernes anterior para dar a conocer el foro sólo fuimos siete u ocho personas.
 
                Pero bueno.  Ayer por la mañana me encontré a otros tres compañeros reporteros y les dije si irían a cubrir el evento.  Me dijeron que no, porque INDEX está vetado de sus respectivos medios.   ¿El motivo? La falta de sensibilidad en el trato hacia los chicos de la prensa.
 
                Como dije, pensé que sólo era yo el que tenía esa percepción, pero me doy cuenta que la mayoría de los picateclas están resentidos con los directivos de INDEX.
 
                INDEX Reynosa, que antes se llamaba Asociación de maquiladoras de Reynosa, agrupa a más de 150 empresas de capital foráneo que aprovechan un programa especial en el que vienen a invertir para crear empleo a nuestro país y a cambio se les otorgan facilidades para la importación temporal de mercancía.
 
                De esa manera se ahorran un titipuchal de dinero, pero también por la mano de obra barata.
 
                Es difícil imaginar cómo un obrero con dos o más hijos, puede sobrevivir con ciento cincuenta pesos diarios.  Creo que miles de familias de Reynosa tienen que hacer milagros, y yo los propondría para el Premio Nóbel de Economía porque hacen rendir hasta el último centavo de su salario.
 
                La maquila, decía mi amigo Arturo Solís, ya fallecido, fue llamado peyorativamente al inicio del programa como "el muro de la tortilla".
 
                Se trataba de retener a la mayor cantidad posible de personas para evitar que se fueran a los Estados Unidos de mojados, y en parte dio buenos resultados.
 
                A cambio de una casita palomera, bonos de despensa, un sueldo raquítico y ayuda para el transporte, miles de conciudadanos prefirieron quedarse en la frontera que ir a buscar el sueño americano.
 
                No es desconocido que esos trabajadores son tratados más como mercancía que como seres humanos en las empresas donde laboran.  En cualquier momento, como se ha visto con frecuencia en los últimos años, el propietario de una maquiladora puede "vender" el contrato colectivo de trabajo sin el consentimiento de los obreros y por eso sobrevienen los conflictos. 
 
                Para terminar, aquí les dejo el refrán estilo Pegaso: "Nuestra actividad productiva radica en el transporte de mercancía por tracción animal y solemos utilizar las vías terrestres". (Arrieros somos y en el camino andamos).