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Ven deuda en justicia de género; llaman a erradicar estereotipos

Lunes 11 Marzo 2024 (10:06)
> DTPV/en Línea

Apenas en 1994, hace treinta años, no existía el delito de violación en el matrimonio, es decir, el marido podía obligar a su esposa a tener relaciones sexuales y en todo caso había un “exceso en el ejercicio del derecho”. Ese mismo año cambió la jurisprudencia con perspectiva de género y se determinó que entre cónyuges también se puede configurar el delito de violación.

Como en este caso, erradicar los estereotipos para acabar con las injusticias que aún se comenten en tribunales contra las mujeres, sólo será posible si se aprende a mirar los casos con “gafas moradas”, coincidieron juzgadoras consultadas por Excélsior.

"Podemos hablar de una justicia estereotipada y una justicia sin perspectiva de género, hay una deuda histórica, pero no sólo de la justicia, es una deuda histórica social, donde no podemos ver las cosas como son y yo pongo un ejemplo en este sentido que tal vez sirva para entender de qué es de lo que hablamos, cuando hablamos de perspectiva de género: cuando tenemos miopía, si nos quitamos las gafas y vemos un árbol, yo por lo menos veo el árbol, pero no veo las ramitas, ni las hojitas, ni nada que haya en el árbol y si a mí me piden que yo decida si le cortamos una rama o si fumigamos el árbol y yo tomo la decisión así sin lentes, y pues voy a tomar decisiones, aparentemente correctas, pero si me pongo las gafas correctas, probablemente me dé cuenta que el árbol apenas tiene un poco de frutos y que entonces no podemos cortar en ese momento, o que hay nidos y entonces no es correcto fumigar en ese momento porque están los polluelos, etcétera, vemos detalles, que no vemos si no tenemos las gafas, por eso cuando hablamos de perspectiva de género, no sólo para juzgar sino en general, decimos que nos ponemos las gafas moradas”, ejemplificó la magistrada María Emilia Molina.

Por su parte, la Consejera de la Judicatura Federal, Lilia Mónica López planteó que hacer justicia podría ser muy fácil entre comillas, si los juzgadores se apegan a la letra de la ley, aunque no necesariamente sería justa.

Y cuando hablo de justicia justa que pareciera una redundancia, no es así, creo que podemos trascender con una impartición de justicia justa cuando vemos todo lo que hay alrededor de una persona, cuando vemos el contexto social, económico, a veces hasta político en el que nos encontramos y podemos generar para la persona en que recae la conducta, una vida en igualdad, una vida sin discriminación, una vida, donde pueda decir hubo alguien que me escuchó, que entendió mi problema y que tomó la mejor decisión”, comentó

Juzgar con perspectiva de género implica identificar que una de las partes en un juicio se encuentra en una condición de desventaja por el hecho de ser mujer, por lo que requiere de sentencias que igualen su condición ante la ley.

Por ejemplo tenemos el estereotipo de que las mujeres cuidamos, ¿no? Entonces a las mujeres nos toca sólo por el hecho de ser mujeres cuidar, en consecuencia se invisibiliza el trabajo de las mujeres, se aumentan las obligaciones de las mujeres y en tribunales obviamente eso impacta en todos los temas que tienen que ver con custodias, con peticiones compensatorias, incluso con la participación de mujeres en actividades delictuosas”, explicó María Emilia Molina.

En 2009, la sentencia de Campo Algodonero, en la que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado mexicano como responsable en la desaparición y muerte de las jóvenes Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez, cuyos cuerpos fueron hallados en un campo algodonero de Ciudad Juárez, Chihuahua, en 2001, representó un parteaguas para investigar los casos de violencia de género.

El gran reto es no volver a normalizar, tenemos de la sentencia, por ejemplo, del caso Campo Algodonero, al día de hoy muchas sentencias que con perspectiva de género van dándole contenido a los derechos de las mujeres, que aunque pareciera redundante hay que aclarar que los derechos de las mujeres son derechos humanos, porque se desconoce eso, en la práctica seguimos culpando a las mujeres de la violencia contra las mujeres, seguimos culpando a la víctima de lo que hace el agresor”.

Y el reto de las personas juzgadoras respecto de las violencias creo que es precisamente quitarnos los estereotipos que como parte de la sociedad tenemos, capacitarnos en las nuevas formas de resolver, a través de los diferentes tipos de perspectivas, de la perspectiva de género, de la perspectiva de infancia, de otras interseccionalidades que debemos ver también y también por supuesto intentar romper con él, así siempre lo hemos hecho, como siempre nos han enseñado, porque no hay nadie que llegue limpio de toda esta cultura y nos venga a enseñar algo diferente, tenemos que construirlo nosotros. Quiénes somos operadores del sistema de justicia, no sólo las personas juzgadoras tenemos que atrevernos a ver el derecho y las posibilidades y la justicia desde diferentes perspectivas y formas, incluso los procedimientos tienen que ser distintos”, consideró Molina.

En el mismo sentido, la consejera Lilia Mónica López dijo que la deuda en la impartición de justicia, consiste en hacer realidad el derecho al igualdad, juzgando a las mujeres o a las personas en situación de vulnerabilidad bajo una lógica diferente y bajo una protección absoluta de sus derechos humanos, con el propósito de que puedan vivir en libertad de creencias y de oportunidades.

Entonces creo que es un gran avance el que hablemos de estos temas y es un gran avance que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tenga ya una doctrina constitucional para juzgar con perspectiva de género, porque aquí sí ya tenemos las herramientas para poder aplicarlas, pero el reto fundamental está en la sociedad porque a partir de actuar las personas de una manera diferente, no tendremos los asuntos que nos llegan actualmente a nuestro a nuestro escritorio como por ejemplo, temas de violencia vicaria”, indicó.

La magistrada María Emilia Molina agregó que si bien las sentencias son un factor para cambiar a la sociedad, si no se transforma la cultura, no se terminará con los estereotipos de género y seguirán existiendo los conflictos.

Yo creo que a lo que debemos aspirar es a que ya no tengamos sentencias con perspectiva de género y ya no tengamos sentencias en materia de violaciones de derechos humanos porque no haya violaciones de derechos humanos, no porque no lleguen al juzgado”, expuso.

ONU Mujeres establece que de seguir con el ritmo actual, lograr la igualdad tomará alrededor de 300 años.

FUTURO

En este contexto, las juzgadoras calificaron de importantes los avances que se han dado, aunque reconocieron que aún falta mucho por avanzar

Tan sólo en el Poder Judicial de la Federación sólo hay un 25% de juzgadoras mujeres.

A ver, los avances son importantes porque hemos visibilizado el problema, hace 20 años, por ejemplo, cuando yo era Jueza de Distrito no se hablaba de estos temas, no se hablaba de este tipo de discriminación al momento de juzgar, entonces creo que vamos por buen camino”, afirmó Lilia Mónica López.

No podemos esperar que para mañana ya hayan transcurrido los 300 años y todos los pasos que tendríamos que dar en 300 años, pero tampoco podemos evitar seguir dando los pasos, si no damos esos pasos no van ser 300 años, van a ser 500. No queramos que todo sea automático y en todos los ámbitos, claro, eso tendrá que hacerse con pasos muy contundentes y obviamente sin volver a quedarnos calladas porque creo que ese es el gran tema y ahora que viene la marcha del 8 de marzo, creo que es parte de nuestras consignas, no les volvemos a dar nuestro silencio”, concluyó María Emilia Molina.

MÉXICO, REFERENTE EN VIOLENCIA POLÍTICA

México fue el primer país en el mundo en anular una elección por comprobarse violencia política en contra de la candidata que quedó en segundo lugar en Iliatenco, Guerrero.

Este caso y otros más inspiraron la Guía para Juzgar con Perspectiva de Género en materia electoral, que coordinó la entonces magistrada Mónica Soto, auspiciada por ONU Mujeres, La Comisión de Venecia, la Organización de Estados Americanos, IDEA Internacional, PNUD y la Universidad de Berkeley.

La guía, que se difundió a inicios de 2023, plantea que los juzgadores necesitan seguir cuatro pasos para poder construir sus sentencias con perspectiva de género.

La magistrada de la Sala Regional Ciudad de México, María Silva, explicó a Excélsior que la guía se realizó para ayudar a personas juzgadoras, pero también a autoridades administrativas a “llenar un vacío” que había a nivel nacional pero también internacional, sobre buenas prácticas en la resolución de las sentencias para casos que tienen que ver con el género.

Por su parte, Gabriela Ruvalcaba, directora de la Escuela Judicial Electoral, comentó que “es una protección que se realiza porque sus derechos políticos son violados por el simple hecho de ser mujer”, y por lo tanto, se tuvo que “reforzar la materia porque el grupo de mujeres ha sido históricamente un grupo vulnerable y se le pone mayor énfasis a su protección”.

Tratando de estandarizar las buenas prácticas que ya se venían realizando por las salas regionales, y que mostraron buenos resultados al aplicarse en diversas sentencias, fue que se plasmaron en la Guía, explicó la magistrada Silva.

Estos buenos resultados, comentó la magistrada, han puesto a México como “punta de lanza” a la “vanguardia” en el mundo y están mandando el mensaje “de que no vamos a permitir que se violente a las mujeres de esta manera en una contienda electoral, y la sanción por hacerlo es la nulidad de la elección”.

La directora de la Escuela Judicial Electoral del TEPJF, Gabriela Ruvalcaba, dijo que la justicia electoral se ha preocupado por juzgar con perspectiva de género y se dejó establecido en una guía, para todos los juzgadores, “que cuando tengan un asunto de género lo miren a través de esta perspectiva, cuidando la protección de los derechos humanos que tienen las mujeres, y que se brinden herramientas a las personas juzgadoras para que vean el asunto de una forma analítica, que se garanticen los derechos políticos electorales y que no afecte nada de su dignidad”.

Esta guía ha sido difundida en todo el Tribunal Electoral pero también se socializó con tribunales locales.

Los cuatro pasos, agrega Gabriela Ruvalcaba son: “determinar qué derecho se va a aplicar, desigualdad, discriminación, subordinación, ver cuál es el derecho aplicable para reparar la violación; tener una argumentación solida sobre esta protección, atendiendo al principio por persona, ver si hay alguna sentencia que pueda ser aplicable al caso y una vez que se tiene esto, tomar la decisión y, proteger y reparar el daño que se causó a la víctima en el derecho que se quiere proteger”.

"Todas las autoridades deben tener esta visión de las gafas moradas”, agregó la directora de EJE, “para tener esta visión de perspectiva de género y proteger los derechos de la víctima”.

En la práctica, la magistrada Silva contesta a Excélsior que los varones juzgadores no han tenido problemas en adherirse a estos criterios “lo que sí te puedo decir es que por más que tengan compromiso por la causa y con las mujeres, no es lo mismo a que sea una persona que ve los asuntos, a que sea una mujer que ha vivido en carne propia el acoso, la violencia, etcétera. Los hombres por más que sean sensibles no dejan de ser personas que lo están viendo de afuera…”

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