Perry elude la polémica sobre las ayudas a estudiantes indocumentados en Texas

Texas.- El exgobernador de Texas y potencial aspirante a la Presidencia Rick Perry evitó ayer pronunciarse sobre la iniciativa para derogar una ley que permite a los hijos de inmigrantes indocumentados pagar por la universidad pública lo mismo que los ciudadanos estadounidenses.

En declaraciones a periodistas en Carolina del Sur, uno de los primeros estados que votarán en las primarias de 2016, Perry se limitó a recordar que ya no es gobernador de Texas y que la decisión depende ahora de los congresistas estatales.

"Los congresistas decidirán si (derogarla) es bueno o no para Texas, pero lo que yo no voy a cambiar es mi petición al Gobierno federal para que cumpla con su deber constitucional y asegure la frontera", dijo Perry.

La ley que ahora está en discusión recibió en 2001 el apoyo de los dos partidos y fue promulgada por el propio Perry, convirtiendo a Texas en el primero de casi una veintena de estados en promover normas similares en la última década.

Gracias a esta ley, los hijos de inmigrantes indocumentados pagan una matrícula de unos 4.500 dólares al año, igual que los ciudadanos que residen legalmente en el estado, mientras que los estudiantes extranjeros abonan entre 9.000 y 12.000 dólares cada año.

"Eso es lo que los congresistas votaron entonces y yo lo apoyé en ese determinado momento", dijo el exgobernador.

Sin embargo, una nueva generación de cargos republicanos, algunos muy vinculados al Tea Party y con posturas más duras en inmigración, pretenden ahora derogar esa norma.

Esa iniciativa pasó este lunes su primera votación en un subcomité del Senado estatal centrado en seguridad fronteriza y en los próximos meses protagonizará debates en ambas cámaras, ampliamente controladas por los republicanos.

En el 2012, durante su primera carrera presidencial, Perry recibió críticas en sus filas por apoyar estas ayudas a los estudiantes indocumentados, pero él las siguió defendiendo.

"Si usted opina que no debemos educar a esos niños por la única razón de que han llegado a nuestro estado por causas ajenas a ellos, yo no creo que usted tenga corazón", dijo entonces.

"Tenemos que educar a estos niños porque si no se convertirán en un lastre para nuestra sociedad. Eso es lo que votó Texas y yo todavía lo apoyo", agregó entonces Perry durante un debate con otros candidatos.

Hoy, Perry evitó el debate concreto sobre las ayudas y se centró en la seguridad fronteriza, su particular caballo de batalla: "Los estados no tienen que pagar el precio del fracaso del Gobierno (federal) en asegurar la frontera".

Perry confirmará entre mayo y junio si aspira de nuevo a la candidatura republicana a la Presidencia.